lunes, 24 de septiembre de 2012

Otro Otoño.



Pasa el tiempo sin que nos demos cuenta, las estaciones se suceden a un ritmo incontrolable. No podemos dominar el paso del tiempo, parece que fue ayer cuando nos casamos, cuando nacieron nuestros hijos y ya tenemos unos nietos que nos sacan la cabeza cuando se acercan a nosotros para darnos un beso.

Un otoño sucede a otro, podríamos decir lo mismo de todas las estaciones, pero esta es la que marcó en nuestra vida y por mucho tiempo la entrada del año; el otoño marcaba el comienzo de un nuevo año escolar, fue la más importante de las estaciones, habían pasado las vacaciones de verano y nosotros empezábamos un nuevo curso en el colegio, el instituto o la universidad con un año más de experiencia, eramos más mayores, habíamos crecido, atrás quedaba un año de acumular vivencias. Nuestra vida se acomodada en los meses de Septiembre a Junio. lo demás no contaba, eran vacaciones. Aquí, en el otoño, empezaba nuestro nuevo año.

Nuestros padres nos compraban la ropa con la que pasaríamos el invierno, los libros para el curso siguiente los lapiceros, las gomas "milán" que terminarían todas carcomidas, todo se estrenaba ese primer mes del otoño, bueno, si tenías la suerte de ser el mayor, pero, sino, daba igual siempre había algo nuevo con lo que empezar el curso.

Era y es, una estación alegre, es el reencuentro con los amigos que han estado desperdigados durante las vacaciones. Los días son luminosos, empieza a refrescar y nos vamos preparando para los fríos de la siguiente estación.

Los árboles empiezan a colorear sus hojas, con los tonos más bellos de la naturaleza, alguna rosa tardía florece en el jardín.