lunes, 11 de febrero de 2013

Hondo pesar.

Estoy tan disgustada con el caso Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, que me dan ganas de llorar.

 Es la segunda vez que incluyo en mi blog alguna entrada referente a lo que está pasando con el caso Bankia, que por otro lado con ese nombre no podía resultar nada bueno. En mi anterior comentario decía, que a mi modesto entender la entrada de la política en Caja Madrid había desbaratado toda la cartera de activos propiedad de nuestra Caja. 

Antiguo edificio de la Caja
¿Como se ha llegado a consentir que no hubiera un director general ajeno a los tejemanejes de todos los partidos políticos? una persona clave que hubiera puesto el contrapunto a tantos chupones como están saliendo y al que de alguna forma se le pudieran pedir responsabilidades. 

¿Que es lo que han estado haciendo los Sindicatos? ellos también tienen su gran parte de culpa ¿estaban a la sopa boba, callados como muertos y poniendo el cazo? Ya se vera, pues no se puede nadar guardar la ropa y no mojar el equipaje.

Los consejeros ¿para que han servido? Si solo iban a las juntas por las dietas, los regalos y las cajitas de caramelos entonces lo entendemos, pero si iban a algo más tendrían que haber votado en contra de algunos proyectos que han perjudicado tanto a la economía de nuestra entidad.  

Ya no lloro por Caja Madrid, ni por Bankia, ya solo podemos llorar por todo lo que nos han quitado de credibilidad. A las personas de a pie nos duele el hecho de que cada día salga un caso más farragoso de corrupción, que los responsables salgan con las manos llenas de euros sin importarles como han dejado las empresas y lo peor, sin cargo alguno de conciencia pues si no, tendrían que tirarse de cabeza al río.