domingo, 18 de septiembre de 2011

La nieta del señor Linh.

Esta novela, que me recomendaron mucho, me ha dejado pensativa, el relato es un poco equivoco. La percepción que se tiene de la novela durante su lectura nunca jamas te llevaría a un final que fuera a ser el que es. Cuando terminas de leer te quedas un poco descolocada, pese a los guiños que durante el relato te hace el autor.

Nuestro protagonista, el señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y con su aldea. La estela del barco es lo único que le une ya a su tierra. La guerra le ha robado todo menos un bebé, "la nieta del señor Linh", a la que él llama Sang Diu, es todo lo que posee, eso y una maleta atada con una cuerda que contiene una foto, un saquito con arena de su aldea y ropas usadas.

Sus recuerdos están en una canción que cantaban sus antepasados y que transmitían de generación en generación las mujeres en forma de nana para dormir a los bebés y que el canta a Sang Diu, Es su forma de agarrarse a la vida, a su pasado.

El señor Linh cuida a su bebé, lo mantiene abrazado, lo pasea por las calles.

Sentado en un banco frente al parque le encuentra el señor Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente, un hombre solitario como él, al que escucha hablar sin entender nada de su verborrea pues tienen diferentes idiomas. Cada cual contará su vida, sus alegrías y sus penas.

 El hombre solitario del banco le enseñará el puerto por donde llegó en barco el señor Linh, el parque donde la mujer de Bark trabajaba en un tiovivo, el bar donde tomar una copita los días heladores, y así poco a poco su amistad se hace cada día más profunda sin necesidad de palabras entendibles.

El libro es un canto a la amistad, a la necesidad que todos tenemos de una compañía, de una mano en el hombro, de una sonrisa, de una palabra amable.


Titulo: La nieta de señor Linh.
Titulo original: La petite fille de Monsieur Linh.
Autor: Philippe Claudel.
Editorial: Salamandra.

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