viernes, 23 de marzo de 2012

Editoriales; no es oro todo lo que venden.

No se si yo escojo mal mis libros o es que la novela actual, la que las editoriales te meten por los ojos, es una calamidad. En unas el tema es absurdo y a las cien paginas las tienes que dar de lado por ser insufribles, y que conste que yo leo hasta las anuncios del metro, otras veces parece que cuando ya estaba terminando la novela, al autor le han metido prisa, y la resuelve en tres frases o por el contrario el argumento parece que tiene ritmo, y luego el final es inadmisible, sin lógica, por mucho que pensemos que es una novela.
   
A parte de todas estas elucubraciones si quiero comentar que las novelas actuales me gustan y que admiro el talento de todo aquel que se pone a contar una historia y logra hilvanar más de tres frases seguidas que tengan sentido.

Últimamente he leído de Cristopher Moore  El Ángel Mas Tonto Del Mundo, una novela surrealista donde las haya en la que capítulo a capítulo vas admirándote de la imaginación del autor y no sabes si la novela te gusta o no, pero si tienes que reconocer que te divierte.

La ternura de los lobos de Stef Penney me ha parecido una novela interesante. Te metes perfectamente en la acción del relato, es una narración con personajes complejos en un ambiente duro. El asesinato de un hombre solitario, cazador de lobos para la venta de pieles, en un pueblecito de Canadá  y la desaparición de un chico de 16 años será la espoleta con la que dé comienzo la historia.

De Paul Auster he leído, Diario de invierno, novela biográfica, en la que nos va relatando a través de las distintas casas en las que a vivido las vicisitudes de su vida. Nunca sabías si estabas arriba o abajo pero ha sido una lectura interesante, mi primera novela de este autor.

Mi cuñada Pepa me ha dejado  La raíz rota de Arturo Barea, me ha desilusionado. Yo leí hace tiempo la trilogía La forja de un rebelde, novelas que no tienen nada que ver con este último relato.

A mi marido que le encanta la encuadernación y le faltaba, hace unos meses, material para poder encuadernar, nos fuimos a la cuesta Moyano para ver de comprar algún libro antiguo y recuperarlo. Compramos el volumen I de las obras completas de Vicente Blasco Ibáñez de la editorial Aguilar. Mi marido lo desarmó, lo limpio, volvió a armar y encuadernar en piel y después de un mes estaba el libro reluciente, como nuevo, pero más bonito. Yo he retomado la lectura de las obras que ya leí hace como cincuenta años ya que mi tío Antonio tenia las obras completas y me iba a su casa los domingos para poder leerlas pues no me las prestaba para llevarlas a mi casa. El las guardaba como oro en paño. Toda esta historia es para decir que he leído ya Cuentos Valencianos y En el país del Arte, (Italia), esta ultima narración me ha encantado, vas viajando con el autor y viendo lo que él ve.

Otro día continuaré relatando mis lecturas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario